Durante los primeros años de la dictadura, la férrea represión ejercida por el régimen desalentó cualquier tipo de oposición. Tras la derrota de la guerra de Malvinas (1982), el descontento social y las manifestaciones opositoras ganaron gradualmente espacio. El esfuerzo inicialmente solitario de los organismos de Derechos Humanos, comenzó a ser acompañado por otros actores sociales y surgieron nuevas formas de protesta y movilización. Este fue el caso de la intervención conocida como El Siluetazo, realizada el 21 de septiembre de 1983. Por iniciativa de un grupo de artistas, agrupaciones estudiantiles y juveniles, y con el apoyo de los organismos de Derechos Humanos, dibujaron siluetas de tamaño natural en afiches y las instalaron en las inmediaciones de la Plaza de Mayo. Esas siluetas que representaban a los desaparecidos, se transformaron en símbolo de distintas movilizaciones sociales y políticas. Fecha: 1983

Lugar: Ciudad de Buenos Aires

Período: 1982-1983

Fuente: Dani Yako